El título de propiedad es un concepto utilizado para certificar ante las autoridades que una persona es la propietaria de un inmueble y es el requisito para completar la escritura del mismo. 

Contar con un título de propiedad es una gran ventaja porque recae en la protección jurídica para el dueño ante cualquier problema con el inmueble, y respalda la legítima posesión del bien ante el poder.

Existen varios tipos de títulos de propiedad: 

• Tenencia en común: Permite que dos o más personas tengan el título con los mismos derechos durante toda la vida.
• Tenencia compartida: Ocurre cuando dos o más individuos tienen el título de propiedad en forma conjunta.
• Tenencia conjunta entre cónyuges: Está permitido únicamente si los propietarios están casados legalmente.
• Propiedad única: Permite que un solo individuo sea el titular, incluso si está casado.
• Bien ganancial: Si un propietario muere, su parte del inmueble se transfiere al cónyuge, a menos que el testamento diga lo contrario.

Para que al dueño se le garantice el reconocimiento legal del inmueble, se le pide determinada información, como el nombre del propietario, la forma en la que adquiere la propiedad, características de la misma, fecha de adquisición e información relevante de las escrituras.